Tengo 10 minutos. Diez. No más. Mi querida siesta me espera.
Voy a contar, en estos míseros 10 minutos (de los cuales, obviamente, ya me quedan 7), que mi pelo es una condena. Los rulos son hermosos. Todo el mundo quiere tener rulos. Todo el mundo ama a los rulos. Menos los que tenemos rulos. O algunos. Yo los amo. Pero mi pelo está pasando una etapa muy jodida de su oscura y espiralada vida. Lo peor de todo es que mi tía me dijo anoche: "Mañana te saco turno en la peluquería de Lironis! Sí o sí! No me digas que no!".. Bueno, pensé, esto es serio. Esto es grave. Ya el mundo lo está notando. Una cana me salió. UNA CANA! Y eso que me venía tiñiendo el pelo, pero no lo hago desde Febrero. Ya es hora. Es tiempo de cambio, cabellera querida. Mi compañera fiel. Ahí vamos!
3 comentarios:
me gusta, me gusta, me gusta (:
no te pué creer q te teñis colega jajaj
son re mononos
Yo no puedo vivir con ellos, me plancho religiosamente jajaj
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